jueves, 2 de agosto de 2018

Mundos posibles, mundos reales


La ficción narrativa ofrece mundos posibles que a veces resultan muy reales, como en esta novela de Laura Freixas, de autodescubrimiento. Porque es fácil reconocer el contexto, el pasado reciente, y verse en el espejo de las experiencias, incertidumbres y dificultades de las protagonistas y en su despertar a la individualidad.

Áurea es una mujer adulta que, en conversación con Claire, con la que se reencuentra, indaga sobre un acontecer iniciático que marcó su nacimiento a la curiosidad, a la crítica, al cuestionamiento... pilares desasosegantes de mujeres que no se acomodan, que persisten en la búsqueda de la libertad personal aunque se sepan con los pies en el cepo.

 Sucede un verano, cuando con 14 años emprende un viaje sin retorno desde varias dimensiones. Del interior profundo a la costa, de la sobreprotección maternal a ser la extraña invitada de una familia rica, de la rudeza de un entorno socialmente desfavorecido a la sofisticación de la burguesía catalana... Allí descubre un cúmulo de intangibles que le impactan por la solidez de lo sensual y la apertura mental (el mar, los colores, el arte, la pintura...), dejando huellas en su biografía ética y emocional (las diferencias sociales, la conciencia de ser pobre, de ser mujer, la impostura...).

Relato en el que el tiempo narrado, según avanza el diálogo, voltea el tiempo vivido, mientras la voz narradora, va desvelando verdades ocultas en el devenir de los personajes, como Marina Soley, la joven catalana idealizada antaño por sus arranques transgresores, o las diferentes madres, de las que se ofrece un abanico que escapa al estereotipo, pues la relación madre-hija es explorada sin encasillamientos, desde la interacción de varios personajes. Incluso la forma de contar, apostando por una averiguación secuencial desde la propia subjetividad, a partir un diálogo del que sólo se escucha a una de las voces, enmarca una urdimbre de cotidianeidades que sólo suelen mostrarse desde las miradas de las mujeres.

Laura Freixas abre a más mujeres el olimpo de los mundos posibles. Sus complejas protagonistas, insertas en contextos sociohistóricos específicos, expresan sin mediaciones sus deseos, vínculos y necesidades, creando fisuras en un canon secularmente androcéntrico, construyendo el paisaje de la igualdad también en el gran escenario del mundo literario.

Los otros son más felices, de Laura Freixas. Barcelona 2011: Ediciones Destino.

(Reseña publicada en la revista Trabajadora, 44, mayo 2012).

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