domingo, 5 de agosto de 2018

Para que no olvidemos lo que somos, detengámonos hoy y recordemos

El silencio roto. Mujeres contra el franquismo.
Fernanda Romeu Alfaro.
Madrid: El Viejo Topo, 2002.
 “Nosotras recordamos. Decidimos y escribimos para que las experiencias de las mujeres no queden envueltas en silencio”, Así inicia Fernanda Romeu Alfaro, historiadora, un libro fundamental para la memoria histórica y para la historia reciente de las mujeres en España: “El silencio roto. Mujeres contra el franquismo”.

Precisamente hoy, 5 de agosto, recordamos de manera especial a las “13 Rosas”, 13 mujeres jóvenes, la mayoría de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), fusiladas a las 7 de la mañana del 5 de agosto de 1939. Media hora después que los fueran otros 57 detenidos. 

La historiadora Fernanda Romeu aporta las cartas de las presas, dictadas o autógrafas, los recuerdos y testimonios de sus compañeras, la memoria en su dimensión de justicia, verdad y solidaridad, de sororidad.

Ofrece, transcrita por una compañera de celda, la última carta de Julia Conesa, el mismo día de su fusilamiento. “Salgo sin llorar”, dice, “Me matan inocente pero muero como debe morir una inocente”. Con dignidad. “Que mi nombre no se borre de la historia”. Por eso, especialmente hoy recordamos y ofrecemos el homenaje de la memoria, por quienes fueron y por quienes fueron como ellas, a las 13 jóvenes asesinadas:

Carmen Barrero Aguado (20 años). Martina Barroso García (24 años). Blanca Brisac Vázquez (29 años). Pilar Bueno Ibáñez (27 años). Julia Conesa Conesa (19 años). Adelina García Casillas (19 años). Elena Gil Olaya (20 años). Virtudes González García (18 años). Ana López Gallego (21 años). Joaquina López Laffite (23 años). Dionisia Manzanero Salas (20 años). Victoria Muñoz García (18 años).Luisa Rodríguez de la Fuente (18 años).

También es importante la labor de recopilación y memoria que incluya el protagonismo de las mujeres, demasiadas veces oculto, invisible. Fernanda Romeu Alfaro ofrece en su libro un itinerario colectivo de para la memoria de las mujeres represaliadas durante la dictadura franquista, y, fundamentalmente, ofrece el testimonio de las mujeres resistentes durante las cuatro décadas de la dictadura: “Para que no olvidemos lo que somos, detengámonos hoy y recordemos, ya que vivimos en una sociedad construida sobre la mentira y la ambigüedad”.

Un itinerario que se reconstruye, con fuentes orales, entrevistas, relatos autobiográficos,  y documentos de todo tipo, desde las tapias de los cementerios y las cárceles franquistas hasta las guerrillas; de las puertas de las cárceles a las primeras movilizaciones de resistencia; de la acción  al compromiso político, sindical, feminista…

Es una lluvia de nombres de mujeres, relatos de sus vidas, de sus luchas, de la construcción colectiva de la resistencia civil, política, sindical, feminista.

Porque, parafraseando a Celia Amorós, recuperar la memoria y la genealogía feminista es también una tarea emancipadora. Sí. Las mujeres estaban en la lucha contra el golpe fascista, contra la dictadura franquista, por los derechos y libertades democráticos, por los valores republicanos, por la igualdad. Y sí, las mujeres lucharon, luchan, lucharán.



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