martes, 29 de diciembre de 2020

La voz de las indígenas, leyendo a Aimé Tapia

 

A partir del diálogo y mestizaje implícitos entre los feminismos occidentales, principalmente de raíz ilustrada, y los emergentes del feminismo latinoamericano, la filósofa Aimé Tapia González (Universidad de Colima, México) aporta una mirada sobre estos últimos, en base al pensamiento, experiencias y testimonios de las mujeres indígenas y campesinas.

 Unos feminismos que destilan de las luchas de las mujeres pobres del Sur frente a un modelo de desarrollo en crisis, a partir de su defensa de la tierra, del agua, de la soberanía alimentaria… y de sí mismas. Con el objetivo de aportar para construir culturas alternativas sostenibles, coinciden en romper estereotipos sexistas, desafiar poderes (patriarcado, capitalismo, imperialismo) y tejer alianzas para feminismos comunitarios basados en la paz y la justicia social.

Fundamentado en la corriente teórico-práctica del ecofeminismo crítico, Aimé Tapia consigue con esta obra un doble objetivo: alerta de las conexiones entre los graves problemas de violencia, salud, seguridad y autonomía de las mujeres indígenas y la destrucción o explotación de sus ecosistemas, y, por otra parte, analiza las formas de movilización y resistencia que proponen ante la crisis ecológica, económica y social.

Una obra que explora la pluralidad de las indígenas y campesinas, fundamental para conocer y aprender sobre discursos y prácticas feministas que, como apunta la autora: "Desvelan nuevos horizontes éticos para pensar y actuar en el camino hacia culturas plurales, ecológicamente sostenibles y democráticas, que reconozcan las voces y las miradas de las mujeres indígenas", imprescindibles en los movimientos de resistencia de los pueblos americanos de Abya Yala (término para el continente americano originario de la cultura kuna, precolombina).

Más información sobre el libro en la web de la Editorial Cátedra

Reseña del libro Mujeres indígenas en defensa de la tierra, de Aimé Tapia González, Madrid, 2018: Cátedra, Colección Feminismos. Portada de Verónica Perales. Publicada en la Revista Trabajadora nº 64, julio 2018. Número completo de la Revista en la web de CCOO

 

Redistribución, reconocimiento, representación. Leyendo a Nancy Fraser

 

La lectura de los trabajos de Nancy Fraser siempre es iluminadora, y en concreto este libro, publicado en 2015, no ha perdido actualidad. En él se incluyen muchos de sus artículos, en los que aporta las bases de su teoría sobre la justicia social desde un enfoque tridimensional que tiene en cuenta las dimensiones de la redistribución (en el orden económico y social), el reconocimiento (en el orden simbólico y cultural) y la representación (en el orden político). El objetivo es edificar una justicia social con justicia de género.

 En concreto, Fortunas del Feminismo recoge diez ensayos escritos a lo largo de 25 años de esta pensadora. A través de ellos ofrece una mirada sobre las tres últimas décadas del pensamiento y el movimiento feminista, una visión que presenta como la evolución de un “drama en tres actos”, relacionando como etapas del feminismo la denuncia del androcentrismo de la cultura y el sistema capitalista y la universalización de la consigna de “lo personal es político” que caracterizó el resurgir del movimiento en los 70 del siglo pasado; un segundo momento, en pleno ataque neoliberal, en el que la movilización feminista se centró en las políticas identitarias, de reconocimiento o de la diferencia, y un tercer momento, el actual, en que el feminismo puede liderar la resistencia cívica en plena extensión del neoliberalismo y las subsiguientes crisis económica, social y ecológica, como sucede en la era Trump.

Para esta etapa fundamenta su propuesta de edificar un feminismo capaz de hace frente al neoliberalismo patriarcal desde las tres dimensiones interrelacionadas de redistribución, reconocimiento y representación. Los feminismos, sostiene, "tendríamos que batallar contra nuevos modos de subordinación impuestos por el mercado, que intensifican la explotación laboral, disminuyen la protección social y presionan la reproducción social hasta una situación límite". Y para ello, es primordial "alinear las fuerzas de la igualdad con las de una protección social transformada en la batalla fundamental para afirmar el control democrático sobre unos procesos de mercantilización destructivos y desbocados".


Reseña de: Fortunas del Feminismo, de Nancy Fraser. Ed. Traficantes de Sueños, 2015. Traducción de Cristina Piña Aldao

Publicada en la Revista C8M 01. Junio 2018. Ver número entero de la Revista en la Web del Centro 8 de Marzo de la Fundación 1º de Mayo

 

domingo, 27 de diciembre de 2020

Leyendo historias de las comisiones obreras: Conciencia de clase

Leyendo relatos distintos sobre gentes distintas, mujeres y hombres, que tomaron conciencia de su fuerza colectiva como clase trabajadora, que afrontaron riesgos y que actuaron organizadamente ante dificultades tremendas. Representan ejemplos de compromiso, solidaridad y actuación cívica, democrática, sindical.

Escribe Joaquín Estefanía en el Prólogo: "La conciencia de clase es la capacidad que tienen los ciudadanos -y las ciudadanas, añado- que pertenecen a una clase social de ser conscientes (y de actuar conforme a esa conciencia) de las relaciones sociales antagónicas". Sin olvidar -añado, de nuevo- cómo interseccionan las relaciones de género.

No es el primer libro sobre CCOO o sobre el movimiento obrero durante la dictadura franquista. Podemos recordar, por ejemplo, 
el libro de VVAA, coordinado por David Ruiz, Historia de Comisiones Obreras (1958-1988). 

Más escasos son los que ponen el énfasis en visibilizar el papel de las mujeres en la conflictividad laboral o en la actuación sindical. Aquí cabe hacer referencia al magnífico Del hogar a la huelga. Trabajo, género y movimiento obrero durante el franquismo,
coordinado por José Babiano, a los imprescindibles trabajos de investigadoras de referencia como Gloria Nielfa, Mary Nash, Mayka Muñoz, Pilar Díaz, Nadia Varo, Claudia Cabrero, Vicenta Verdugo, Teresa Torns o Eva Bermúdez, por citar algunas... Un trabajo de recuperación de la memoria y de la genealogía feminista y sindical que debe continuar. “Los estudios desarrollados por la historia de las mujeres y del género han ido recuperando las historias de las trabajadoras omitidas en la memoria histórica, han hecho visibles a las mujeres como partícipes de la vida sindical y de las protestas colectivas como sujetos que han contribuido a la cultura y la política de la clase obrera, llenando, por tanto, este vacío historiográfico”, escribe Vicenta Verdugo Martí en un artículo  de 2012.

Este libro ofrece una visión distinta a la de la historiografía. Son relatos muy diversos, como diversa es la escritura y el angular temporal y narrativo elegido por sus autores y autoras. Y son diversos por sus protagonistas, hombres y mujeres, sus afanes, sus vidas, sus luchas, sectores, territorios... Historias tan distintas y con tanto en común. Sobresalen por el acercamiento desde lo humano, desde el punto de confluencia de la experiencia directa, la vivencia individual o  la retrospección, hasta el encuentro colectivo mediante ese fino eslabón que es la conciencia de clase. Más allá de sus necesidades, los miedos, los riesgos, la represión, o la incertidumbre, prevaleció la conciencia de su fortaleza en tanto luchaban por causas justas. Libertad, dignidad, igualdad. Derechos. Justicia social. 

En los quince relatos y un epílogo que conforman este libro encuentran su voz quienes vivieron la represión sindical en la dictadura, el emerger fundacional de las primeras comisiones obreras, sea en Galicia, o en Marco del Jerez, el pozo minero de La Camocha en Asturias, la huelga de Bandas en Euskadi, la exposición solidaria de artistas en Milán en 1972, el Proceso 1.001, la huelga de Laforsa en Catalunya, la matanza del 3 de marzo del 76 en Vitoria que quiso acabar con una huelga, la huelga del Hospital la Fe de Valencia, las huelgas de las trabajadoras madrileñas del textil, el asesinato por parte de un fascista de Pedro Patiño, albañil de CCOO, durante la huelga de la construcción en septiembre de 1971,  la matanza fascista de los Abogados de Atocha, la huelga del 14D de 1988, y un epílogo con otros momentos difíciles, hechos reales ficcionados como breves piezas dramáticas, que se han producido en esta crisis generada como consecuencia de la pandemia de la Covid-19, que muestran el carácter esencial de determinados trabajos y lo esencial de la actuación  sindical.

Precioso y necesario el relato de Elvira Lindo sobre la costurera, republicana, sindicalista, enorme en estatura moral y en dignidad, Petra Cuevas: "si luchas puedes perder, si no luchas estás perdida". Una frase que sintetiza la tenacidad de la lucha sindical en tiempos difíciles, por eso quizá haya sido elegida como motivo central de la felicitación de CCOO para el año próximo.

No es la única mujer que aparece. "Las mujeres cogieron un protagonismo en aquella huelga como pocas veces. participaban en las asambleas en pie de igualdad con los trabajadores, intervenían y a menudo marcaban el rumbo de las acciones, mientras creaban sus propias redes de solidaridad en los barrios", escribe Isaac Rosa en su capítulo sobre la Huelga de Bandas.

 Amaya Olivas recrea la solidaridad creciente y la genealogía laboral entre las trabajadoras del textil en la fábrica Rok. "La mayoría de las obreras hemos aprendido el trabajo de nuestras madres, tías o abuelas". Y su decepción ante el machismo de sus compañero sindicalista, a la vez que se fortalecen los lazos de las mujeres. "Le hablé de esas mujeres que sostienen la vida de sus compañeros y maridos dentro y fuera de las prisiones franquistas. las mujeres también somos camaradas, le dije". Una fábrica emblemática por el coraje de sus trabajadoras y su conflictividad y movilización laboral, con victorias importantes.

Mayka Muñoz recuerda el valor de las mujeres de los dirigentes encarcelados en el Proceso 1001 y su papel fundamental para externalizar el juicio y lograr apoyo internacional: "Ante esta situación, estas mujeres se crecieron y acudieron a todas las personas e instituciones imaginables para denunciar que sus maridos estaban presos por defender a las y los trabajadores (...) llevaron el debate sobre las libertades políticas a distintos ámbitos". Josefina Samper, Vicenta Camacho, Natalia Calamai, Carmen Ciria, Leonor Mendoza, Luz María Rodríguez, Manuela Antón, Pilar del Campo, Pilar Labiano, Higinia Torre, Pilar Martín, Severiana García Salve. Y sin olvidar a las y los sindicalistas y laboralistas que arriesgaron empleo, libertad y vida por defender las libertades democráticas.

Y, en conjunto, mujeres sindicalistas que están en los relatos como estuvieron en la vida real, empujando el sindicalismo de clase con su fuerza transformadora: trabajadoras del textil, de residencias, cajeras...

Más información sobre el acto de presentación del libro, en la web de CCOO y sobre el libro en la web de la editorial Catarata

Conciencia de clase. Historias de las comisiones obreras

Elvira Lindo, Manuel Rivas, Benjamín Prado, Isaac Rosa, Unai Sordo, Joaquín Estefanía Moreira, Bruno Estrada, Pedro A. Jiménez Manzorro, José Babiano, Susana Alba Monteserín, Ana Fernández Asperilla, Ana Abelaira Huertos, Mayka Muñoz Ruiz, Javier Tébar, Pedro García Ríos, Amaya Olivas Díaz, Miguel Ángel Sánchez Sebastián, Antonio Campos, Rafael Fraguas, Jesús Montero.

ÍNDICE

PRÓLOGO. HISTORIAS DE LAS COMISIONES OBRERAS E HISTORIA DE CC OO, por Joaquín Estefanía

PETRA. Elvira Lindo

EL APRENDIZ. Manuel Rivas

MARÍA LA PERRAQUILLA. Pedro A. Jiménez Manzorro

EL ÚLTIMO HÉROE DE LA CAMOCHA. José Babiano y Ana Fernández Asperilla

O TODOS O NINGUNO: MEMORIA DE LA HUELGA MÁS LARGA DEL FRANQUISMO. Isaac Rosa

PARA MATAR UN MONSTRUO HACEN FALTA MUCHOS VALIENTES. Benjamín Prado

MILÁN, 1972: AMNISTIA. QUE TRATA DE SPAGNA. Susana Alba Monteserín y Ana Abelaira Huertos

EL PROCESO 1001: EL PRINCIPIO DEL FIN DEL RÉGIMEN FRANQUISTA. Mayka Muñoz Ruiz

MONOS AZULES: CLASE Y COMUNIDAD EN LA HUELGA DE LAFORSA. Javier Tébar Hurtado

SANGRE DE MARZO. Miguel Ángel Sánchez Sebastián

PALÍNDROMO. Pedro García Ríos

GLORIA Y LA ROK. Amaya Olivas Díaz

MUERTE DE UN ALBAÑIL. Antonio Campos

ATAQUE AL CORAZÓN DE LA CLASE OBRERA: LA MATANZA DE LOS ABOGADOS DE ATOCHA. Rafael Fraguas

FUNDIDO A NEGRO. Jesús Montero

EPÍLOGO. EL SINDICATO EN TIEMPOS DE PANDEMIA. UNA MISMA LUCHA EN CINCO ENTREMESES. Unai Sordo y Bruno Estrada



La socialización de género a través de la programación infantil de televisión

Este trabajo de investigación de 2001 se propuso documentar, cuantitativa y cualitativamente, la construcción televisiva de la desigualdad de género a partir del análisis crítico de la programación infantil de televisión durante una semana de programación en cadenas televisivas generalistas, indagando en formatos, protagonistas, roles, contenidos y complementándolo con el análisis de  su recepción en escolares de distintas edades de centros educativos de Castilla y León..

Niñas y niños siguen incorporando numerosos patrones de conducta y pensamiento (actitudes, valores, creencias, normas, comportamientos) tendentes a perpetuar la desigualdad entre los sexos, de forma que la adscripción sexual determina sus condiciones de vida en mayor medida que sus capacidades o aptitudes individuales. Y, en este punto, cabe interrogarse por otras formas de socialización y modelización cultural, no estrictamente educativas o familiares sino provenientes de la cultura lúdica infantil, como es el entretenimiento a través de la recepción de la programación infantil de televisión.


La socialización de género a través de la programación infantil de televisió

Eva Antón Fernández 

Valladolid, 26 de Noviembre de 2001

Trabajo de Investigación En materia de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres 

(Subvencionado por la Consejería de Sanidad y Bienestar Social de la Junta de Castilla y León, a propuesta de la Dirección General de la Mujer e Igualdad de Oportunidades, según Orden de 2 de Enero de 2001).


Comprende:

0. Introducción

1. Fundamentación

2. Investigación

2.1. Este trabajo de investigación: Marco teórico y metodología semiótica

2.2. Primer nivel de análisis (sintáctico): El medio: correlaciones de género inter e intra serial en la programación infantil

2.3. Segundo nivel de análisis (semántico): La emisión: la construcción de significados en torno a la diferencia sexual: configuración de orden simbólico patriarcal

2.4. Tercer nivel de análisis (pragmático): La recepción. Influencia y afirmación del género en la recepción. Encuesta a escolares castellanoleoneses. 

(Este apartado del estudio se ha realizado, en todas sus fases, en colaboración con Ricardo Jiménez Aboitiz, profesor del Departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad de Valladolid).

3. Conclusiones


Algunos trabajos de interés que se hacen eco de esta investigación (¡Gracias!):

CEAPA. EDUCÁNDONOS FRENTE A LA TELEVISIÓN. Herramientas para la reflexión y análisis de los contenidos sexistas

EMAKUNDE. Sexismo en la campaña de publicidad de juguetes.

Instituto de la Mujer. Clases de cine compartir miradas en femenino y en masculino. Andrea García González

Irune Ortiz. LA TRANSMISIÓN DELOS ROLES DEGÉNERO EN LOSCUENTOS INFANTILES

TELEVISIÓN Y ROLES DE GÉNERO.  Autoras VIVIANA JAVELA BARRERA LEIDY CATHERINE RAMÍREZ VARGAS

Eva Ormazábal et al. Las desigualdades de género a partir de la gráfica de los juguetes para niñ@s

Construcción del personaje femenino en la narración infantil” Inmaculada Sánchez-Labella Martín. Universidad de Sevilla

Las princesas de Disney” Ma. Eugenia González Alafita, Mariana Villasuso, Tania Rivera Tecnológico de Monterrey. Campus Monterrey

PROGRAMA DE LA ASIGNATURAPROCESOS DE SOCIALIZACION PRIMARIA,  CONCEPCIÓN FERNANDEZ VILLANUEVA, UCM

UD 8 de Marzo todo el año. ACSUR Las Segovias

Arquetipos femeninos en las series de dibujos animados”. Mancinas Chávez Rosalba, Universidad de Sevilla

Una aproximación a los estereotipos femeninos de las series estadounidenses de Disney Channel” Susana López Pérez, Alazne Aiestarán Yarza, Universidad del País Vasco 




jueves, 24 de diciembre de 2020

Invitación a leer "Ser Feministas. Pensamiento y acción"

No podría imaginarse un libro mejor pensado, escrito e ilustrado para conmemorar los 30 años de la colección Feminismos de la editorial Cátedra. Y Alicia H. Puleo lo ha logrado. En noviembre pasado salió publicado el libro Ser Feministas. Pensamiento y acción, de Alicia H. Puleo (editora), en la colección Feminismos, (Cátedra, 2020), que reúne a unas 40 autoras en torno a conceptos, lemas y consignas de las manifestaciones feministas, especialmente de las multitudinarias y globales manifestaciones de los últimos 8 de Marzo. "¡Que el enlace de lemas, citas, nociones y argumentos que aquí presentamos en este aniversario tan especial sea un símbolo y un mensaje de la necesaria unión de teoría y praxis para el camino feminista que nos queda por recorrer!", escribe Alicia H. Puleo en el prólogo.

Un libro dedicado a Celia Amorós, que "con la fuerza de su pensamiento intempestivo, marcó un sólido rumbo ético-político para el feminismo". 

El índice da cuenta de la magnitud del proyecto y de su buen término, tanto en lemas, como en autoras, como con las enormemente simbólicas ilustraciones de la ecoartivista Verónica Perales, que sirven de pórtico a cada capíyulo mientras nos interpelan desde su trazado sencillo.

Se puede acceder a la información del libro, en el espacio web de la colección Feminismos, colección que que dirige Alicia H. Puleo desde 2014, en la web de la editorial Cátedra. Incluye el Prólogo de Alicia H. Puleo, la reflexión "Sobre las imágenes", de Verónica Perales y las dos primeras entradas: "Androcentrismo", por Marta Madruga y Verónica Perales, y "Autonomía", por Concha Roldán. Este dossier también incluye referencias sobre el conjunto de autoras y autores participantes: María Xosé Agra Romero, Teresa Alario Trigueros, Paloma Alcalá, Eva Antón, Xabier Arakistain Fátima Arranz, Isabel Balza, Barbi­japuta, Asunción Bernárdez, Mont­serrat Boix, Esperanza Bosch Fiol , Anna Caballé, Rosa Cobo, Ana de Miguel Álvarez, María Luisa Fe­menías, Victoria A. Ferrer Pérez, Carmen García Colmenares, Dina Garzón, Beatriz Gimeno, Amalia González Suárez, María José Guerra Palmero, Roberta Johnson, Marián López Fdz. Cao, Teresa López Pardina, Teresa Lozano (Towanda Rebels), Marta Madruga Bajo, Zua Méndez (Towanda Rebels), Alicia Miyares, Cristina Molina Petit, Isabel Morant, Soledad Murillo, Asunción Oliva, Eva Palomo, Verónica Perales Blanco, Eulalia Pérez Sedeño, Luisa Posada Kubissa, Alicia H. Puleo, Concha Roldán, Rosalía Romero Pérez, Octavio Salazar Benítez, Iván Sambade Baquerín, Aimé Tapia González, Amelia Valcárcel y Angélica Velasco Sesma.

El pasado 10 de diciembre tuvo lugar en Metalibrería un acto de presentación del libro, que condujo Margarita Pintos, teóloga y librera, y que contó con la participación de Alicia Puleo, Verónica Perales y una buena parte de sus autoras y autores. Fue un acto para celebrar el movimiento y el pensamiento feminista, en el que se recordó a la maestra de maestras feministas Celia Amorós y también a la recientemente desaparecida Asunción Oliva. Un emocionante acto on line que fue seguido por casi 200 personas, lo que es una pequeña muestra del emergente interés de un libro que, sin duda, permite conocer más y asomarse a la profundidad y complejidad del feminismo, sus lemas y conceptualizaciones movilizadoras, un libro llamado a perdurar.

Algunos ejemplos de los capítulos. No están todos reseñados, aun siendo tan interesantes para entender el feminismo actual y sus debates, solo es una muestra para alentar a su lectura:

'No es un caso aislado, es el patriarcado', lema que acompaña al capítulo "Patriarcado" de Alicia H. Puleo

'¡Hermana, no estás sola!', capítulo "Sororidad" de Isabel Balza

'Si eres mujer y puedes votar, agradéceselo a una feminista', capítulo "Sufragistas" de Eva Palomo

'La erótica es tan diferente de la pornografía como el amor lo es de la violación, la dignidad de la humillación, la sociedad de la esclavitud y el placer del dolor',  capítulo "Pornosociedad" de Fátima Arranz

'El feminismo no cuestiona las decisiones individuales de las mujeres, sino las razones que las obligan a tomarlas', capítulo "Mito de la libre elección" de Ana de Miguel

'Las luces solo se curan con más luces' (Madame de Staël), capítulo "Pasión por el saber" de Isabel Morant

'La mitad de todo', capítulo "Paridad" de Amelia Valcárcel

'We can do it!', capítulo "Mujeres científicas: cuando el sexo importa" de Eulalia Pérez Sedeño

'El malestar que no tiene nombre' (Betty Friedan), capítulo "Mística de la feminidad" de Cristina Molina Petit

'En todas las civilizaciones y todavía hoy, las mujeres inspiran horror a los hombres: es el horror de su propia contingencia carnal proyectado sobre ellas', capítulo "Misoginia" de Anna Caballé

'La opresión atraviesa el sexo, la clase y la raza (Black lives matter)', al capítulo "Interseccionalidad" de Mª José Guera Palmero

'Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aporto legal para no morir', capítulo "Interrupción voluntaria del embarazo" de Mª Luisa Femenías

'La construcción social de los géneros tal como nos es conocida no es sino la construcción misma de la jerarquización patriarcal', capítulo "Género" de Asunción Oliva

'Perdonen las molestias, pero nos están matando', capítulo "Violencia contra las mujeres" de Esperanza Bosch Fiol y Victoria A. Ferrer Pérez

'Somos las hijas de las brujas que no pudisteis quemar', capítulo "Genealogías femenino-feministas" de Carmen García Colmenares

'Si nosotras paramos, se para el mundo' Es el lema que acompaña al capítulo "Feminización de la pobreza" de Rosa Cobo

'Cuidados para la vida, autocuidados para vivir', capítulo "Ética del cuidado" de Angélica Velasco Sesma

'No hay planeta B',  capítulo "Emergencia climática" de Dina Garzón

'Ni sumisa ni callada, mujer fuerte, empoderada', capítulo "Empoderamiento" de Luisa Posada Kubissa
Ni la tierra ni las mujeres somos territorio de conquista' Es el lema que acompaña al capítulo "Feminismo desde Abya Yala" de Aimé Tapia

'Nos quieren sumisas, nos tienen combativas', capítulo "Desorden de las mujeres y contrato sexual" de María Xosé Agra Romero

"La revolución será feminista o no será", capítulo "Revolución" de Beatriz Gimeno

'Tu cuerpo es un campo de batalla', capítulo "Cuerpo de las mujeres en el arte" de Teresa Alario Trigueros

'No vemos mujeres, sino representaciones de muñecas', capítulo "Cosificación" de Asunción Bernárdez

'No deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre sí mismas', capítulo "Autonomía" de Concha Roldán

Son una pequeña muestra. Quedan muchos otros lemas y capítulos por referir en esta lista parcial, igualmente imprescindibles en la reflexión y en la acción feminista actual. Da cuenta del inagotable interés feminista que suscita esta publicación.

'¡A igual trabajo, igual salario', es el lema que acompaña al capítulo "Brecha salarial" , con el que participo. Lema que ha unido a generaciones de feministas y sindicalistas, una reclamación antigua ¡y tan actual! Muy agradecida a Alicia  H. Puleo y a la editorial Cátedra de estar con este lema en un libro aniversario que sigue tendiendo puentes entre pensamiento y acción, como los 130 libros publicados en la colección Feminismo, tan importantes en mi formación feminista (¡algunos verdaderamente imprescindibles!). Y agradecida también a Verónica Perales por su ilustración conmovedora, con esa mano extendida, generosa, inabarcable, de mujer trabajadora.

La brecha salarial de género es la diferencia entre la ganancia media de hombres y mujeres por trabajos iguales o de igual valor. Es un indicador de la discriminación retributiva que afecta a las mujeres respecto a los hombres. Una de las principales y más antiguas reivindicaciones de las mujeres es la reclamación de igual salario por igual trabajo o trabajo de igual valor. Ha formado parte de las manifestaciones del 8 de Marzo, ya centenarias, estando presente en los multitudinarios 8M de 2018, 2019 y 2020. Una muestra de los muchos puntos de encuentro entre el movimiento feminista y el movimiento sindical, un lema que ha movilizado a generaciones de feministas y sindicalistas y que determina la acción sindical en el día a día. Con esta pequeña contribución, mi homenaje a las feministas sindicalistas, que conectaron, y seguimos haciéndolo, las reclamaciones feministas con las que nos atañen como mujeres trabajadoras.

Hay libros que se leen una vez y hay libros que se leen en un tiempo y se siguen leyendo en todos los tiempos... 

Éste, sin duda, es uno de los libros que marcan una época porque reflejan la época misma, desde la contribución feminista, al que volvemos una y otra vez porque en cada lectura, cada entrada, cada mirada a las ilustraciones que las acompañan, cada consulta a las bibliografías y a los materiales multimedia que se aportan en cada lema o concepto, lo hacen imprescindible.


 


sábado, 11 de julio de 2020

A propósito del #MeToo. Leyendo "Socorro, perdón", de Frédéric Beigbeder

El  movimiento #MeToo, que ha cristalizado en los últimos años con millones de denuncias de mujeres en todo el mundo sobre el uso de la violencia y el acoso sexual como prácticas no solo toleradas socialmente sino que formaban parte de ciertos ámbitos laborales dominados por élites transgresoras, y que los affaires de Jeffrey Epstein y de Harvey Weinstein podrían ejemplificar, me ha recordado la novela Socorro, perdón, de Frédéric Beigbeder (2007), en algunos aspectos. 

Para quien no la conozca, la novela narra desde la perspectiva del protagonista Octave Parango,  que se confiesa con un sacerdote ortodoxo ruso, contándole sus adicciones peculiares (las jovencitas, casi niñas) y el miedo a envejecer que le acosa. En ese monólogo, entre el sarcasmo nihilista, la autodestrucción y una latente amenaza que emerge según el relato avanza, se retrata el tipo de vida que lleva, como captador de modelos púberes para las pasarelas y el negocio de la publicidad, ubicado en los últimos años en las grandes orbes rusas, en tratos con las mafias rusas con quienes transacciona en este particular “negocio”. Hacia una de estas adolescentes rusas que aspira a ser modelo, Lena, va a sufrir un amor loco, en la estela de Nabokov, convirtiéndose en el seductor seducido.

Una lectura feminista de Socorro, perdón revela cómo se articula el ideario del negocio patriarcal de la moda y la belleza femenina, que vincula prácticas sociales toleradas de cosificación y sumisión de las mujeres, que se materializan en situaciones de explotación laboral y sexual, derivando en ocasiones hasta la esclavitud y la trata.

El protagonista, Octave, señala claramente «las mujeres son mi negocio». Manifiesta «yo abastecía a comedores de lolitas», expresión que usa por la tendencia a buscar el ideal de belleza femenina en mujeres cada vez más jóvenes, casi niñas, y que encubre la pederastia con una pátina de transgresión. Y es una frase indicativa de que, en realidad, el público target de su negocio no son las jóvenes sino los maduros Jeffrey Epstein y congéneres.

Además, este protagonista es consciente del poder de la imagen en la publicidad de los cosméticos femeninos para delimitar el estereotipo de mujer bella: «Señores, nuestro objetivo es simple: que tres mil millones de mujeres quieran parecerse a la misma mujer. Y mi problema es encontrarla». Proporciona una primera autodefinición de su “oficio”, sobre el que proyecta una mirada deshumanizada, metonímica (las chicas no son percibidas como personas, son reducidas a fragmentos corporales: curvas, pechos, perfiles...): “Mi oficio no era un empleo auténtico: “cazatalentos”, hasta el nombre es penoso. Me pagaban por buscar a la chica más hermosa del mundo…Mi futuro profesional dependía de algunas medidas, de un contorno de pecho, de una curvatura pronunciada o de un perfil travieso”.

Se refleja cómo los hombres poderosos exhiben a sus acompañantes femeninas como sus trofeos o como si fueran sus perros, como una prolongación de su poder económico, desvelando un proceso de animalización de las mujeres que busca asentar simbólicamente la superioridad del hombre sobre mujeres y animales: “En aquella época en que la mujer bonita se había convertido en un trofeo, algunas veladas se parecían a concursos de teckels: el premio era para quien luciera en brazos al perrito más mono. Los hombres comparaban los cuerpos de sus acompañantes, el color de sus ojos, el olor de sus cabellos y la longitud de su correa”.

Son élites masculinas quienes construyen los ideales y cánones de belleza por los que se rigen las mujeres. Octave identifica sarcásticamente el canon racista, pero no el sexista. Describe a las chicas rusas como la mejor materia prima para su negocio, las califica como la verdadera industria nacional rusa, porque, señala, reflejan en su físico ario la sumisión, la pobreza, la palidez...

Ése es el oficio de Octave, suministrar «modelos kleenex» (como las denomina) a la industria, por ello las reduce a objetos. Debe captar a las más jóvenes, verificadas por sus medidas, reducidas a la fachada física, a la fotogenia potencial, a los estándares de belleza corporal predefinidos: “Me había convertido en un controlador de querubines…No conocía mujeres: las verificaba. Siempre tenía que someter a las mujeres a una batería de test, una auténtica lista de chequeo, como un piloto de avión que inspecciona su aparato”.

Una vez ha entrado en materia, en un monólogo que es confesión y exculpación a la vez, llega la consciencia –cínica- de la violencia sexual, aunque hace lo posible por atenuarlo; la prerrogativa de la violación hacia las mujeres es también un elemento subyacente del entramado constituyente de la identidad masculina de las élites en el poder: “Debo llegar a la confesión que me fastidia y que postergo desde hace meses. Aquí está: antes de conocer a Lena, violé a doce jovencitas en un año. No ponga esa cara: sólo es una por mes... Ya sabe, en nuestros oficios artísticos, se adquieren enseguida determinadas costumbres

Con una anticipación de una década a la explosión del MeToo y la visibilidad de una violencia sistemática y soterrada, el protagonista de la novela cuenta su método, muy cercano a lo testificado por las  mujeres víctimas de agresiones de Epstein o Weinstein, lo que da cuenta de su carácter estructural. En su caso es prepararlas para fotos de seducción. Su coartada es que todo el mundo (fotógrafos célebres que cita, pintores reconocidos) lo hace, y que ellas –dice- aceptan esa servidumbre sexual como parte de su trabajo: “El look porno estaba en el aire de los tiempos, jugar la carta de lo sexy no equivalía a prostituirse, todas las estrellas han pasado por eso... La justificación artística autorizaba todas las experiencias”.

Una coartada artística que, a su entender, atenúa el chantaje sexual, pero también cuenta con su impunidad y la protección de matones, llegado el caso. Y asoma la trata de mujeres, el verdadero negocio. Octave descubre el subtexto de género de este negocio y esta violencia ancestral: “Confieso que yo llevaba bien mi business. Aportaba beldades para las orgías de la nueva nomenclatura y a cambio mis amigos de las altas esferas me ofrecían seguridad e impunidad”.

Además de la trata de mujeres con fines de explotación sexual, aparecen en el relato otros dos yacimientos de explotación de mujeres: granjas con chicas jóvenes destinadas a la producción de lágrimas y de leche materna. Es cuanto menos insólita la forma que tiene Octave de naturalizar en su relato también estas dos “fábricas”, sin la menor empatía o comprensión del sufrimiento de las mujeres, relata las torturas a las que se somete a las chicas para que «produzcan lágrimas». Porque, explica Octave, las «lágrimas de sumisas» son un producto raro y caro, de propiedades afrodisíacas, ingrediente culinario o de cócteles, y debe asegurarse el sufrimiento de «la llorona».

Si en vez de nihilismo, trasgresión cómplice y elitista, y homenaje a Nabokov, entre otras deudas literarias, encontrásemos algo de denuncia, visibilidad, empatía…

 

NOTA: Buena parte está tomada, con modificaciones, del epígrafe “Seducción,  el lucro patriarcal del sexo. Socorro, perdón (Frédéric Beigbeder): las mujeres son mi negocio”, de Eva ANTÓN FERNÁNDEZ (2018) Género y naturaleza en las narrativas contemporáneas francesa y española. Ediciones Universidad de Valladolid. 

 


sábado, 30 de mayo de 2020

Leyendo en el balcón un libro sobre los libros, esa novela coral inacabada

En estos meses nos han envuelto muchas brumas del color de la incertidumbre. Pero algunos rayos de luz se han abierto camino, como la transformación de balcones y ventanas en nuevos ágoras desde los que volcar el aplauso colectivo al personal sanitario, y, por extensión, a quienes nos curan, nos cuidan limpian, suministran, acogen, acompañan..., que son, en definitiva, quienes nos sostienen, muchas veces mujeres en sectores laborales en los que la feminización que presentan se traduce en precariedad, fruto de la conjunción planetaria de capitalismo neoliberal y patriarcado.

Recuerdo, por primera vez, haber participado en un 1º de Mayo virtual, por otro modelo económico y social posible y necesario, y en reconocimiento a las personas trabajadoras que, exponiéndose con generosidad, entrega y profesionalidad, estaban afrontando la respuesta a la COVID-19 desde la primera línea. Y recuerdo también que me sentí muy acompañada!

También he visto florecer comunidad y naturaleza desde balcones y ventanas. Y, en concreto, he visto asilvestrarse mi pequeñísimo balcón como un mini jardín ecofeminista, pleno de vida, sonoro y habitado por tantos seres pequeños en tránsito, en su mayoría alados, un paréntesis de encierro en el que  poder apoyarme un ratito y establecer ese diálogo interno que es la lectura.

Qué mejor manera de empezar que adentrándome en un libro que resume la historia del libro en el mundo antiguo, con un título tan seductor como El infinito en un junco (Irene Vallejo, Siruela).

La lectura supone también, a su manera, adentrarse en una espesa niebla. sortear bifurcaciones de senderos, caminar adelante y atrás, descubrir nuevos paisajes, miradas diferentes, cuando quizá tu vista se pose en el minúsculo detalle o el panorama que abarca tu mirada sea distinto de la ruta que pretende cada autora o autor....

Lo que más me ha maravillado es quizá minoritario dentro del bagaje que aportan autora y libro. La agitada respiración que se desprende del impulso irrefrenable de escribir. Me apropio de una cita, que la autora refiere, de Marguerite Duras: escribir es intentar descubrir lo que escribiríamos si escribiésemos...

Y el recorrido cultural sobre los libros, la lectura, el canon... plagado de intertextualidades (cine, libros actuales, poetas, escenarios culturales, las grandes bibliotecas...) que hacen amena su lectura y amplían horizonte, sin duda, aunque... con cierto sesgo androcéntrico no cuestionado. Sin menoscabo de homenajes ("La historia de la literatura empieza de forma inesperada. El primer autor del mundo que firma un texto con su propio nombre es una mujer. Mil quinientos años antes que Homero, Enheduanna, poeta y sacerdotisa, escribió un conjunto de himnos...").

Este libro nos recuerda el poder del libro como depositario de cultura, de experiencias, de lenguas, de cosmovisiones... y como depositario del poder. Los libros como "extensiones de la memoria, los únicos testigos -imperfectos, ambiguos, pero insustituibles- de los tiempos y los lugares adonde no llega el recuerdo vivo".

La propia autora define la tarea emprendida: "Esta es la historia de una novela coral aún por escribir. el relato de una fabulosa aventura colectiva, la pasión callada de tantos seres humanos unidos por una misteriosa lealtad...". La pasión de contar, de escribir, de leer, de conservar, cuidar, preservar los libros, de explicar, criticar, entender, profundizar, cuestionar lo que contienen... "Gente común cuyos nombres en muchos casos no registra la historia. Los olvidados, las anónimas.Personas que lucharon por nosotros, por los rostros nebulosos del futuro". Para grabar en un pequeño material el infinito que mostraron, soñaron, imaginaron. Aunque luego la vara de medir socialmente su valor cultural (el canon, el junco), potestad de las élites, les devolviera a la oscuridad, a la sombra, al olvido.

Lectoras, lectores. Y sus circunstancias. Antes leía, sobre todo, en el tren. Antes, me refiero, claro está, a hace apenas tres meses, a antes de la COVID-19. Algunas veces incluso compartía breves comentarios o liberaba frases de los libros que iba leyendo en ese supuesto diálogo impredecible que es el territorio twitter, con una etiqueta explícita (#LeyendoEnElTren), para que emprendiesen un vuelo libre de fronteras y disciplinas.

El viaje en tren permite un paréntesis de tiempo propio. Recuerdo haber hecho un breve balance unos días antes de fin de año el pasado diciembre: Acabando el año, 2 horas de trayecto cada día, casi 500 horas en el tren. Viendo pasar paisajes, estaciones, gentes, nubes, pájaros. Viéndolos cambiar en cada ciclo estacional. Mirando, pensando, dialogando, tuiteando, combatiendo, durmiendo, tal vez soñando. Y leyendo". Y recuerdo haber concentrado en una sola imagen las cientos de horas dedicadas al diálogo infinitivo, al viaje inacabado a otros mundos, otras voces, otras miradas, el viaje del que nunca se regresa inalterada porque el conocimiento es irreversible y nos cambia, nos moldea, modifica nuestra subjetividad, amplía el horizonte de lo vivible, de lo nombrable.

Las lecturas del 2019 me han dejado una huella inquebrantable y han contribuido, de forma decisiva, a este proyecto inacabado de querer ser mejor persona. 

Fue, desde luego, el año de Claves ecofeministas de Alicia Puleo (Plaza y Valdés), que me acompañó durante largo tiempo y al que vuelvo, junto con el fundamental Ecofeminismo para otro mundo posible, cada cierto tiempo. Porque los libros tienen muchas lecturas, no se agotan en un solo trayecto. Si leo con espíritu crítico preguntaré, dudaré, inquiriré. Leer es una forma creativa de escuchar, escribe sobre la lectura Siri Hustvedt (Vivir, pensar, mirar, 2012). 

Y la lectura de Claves feministas (para rebeldes que aman la tierra y a los animales) me ha aportado claves fundamentales, desde la belleza ética de la rebeldía,  para la indagación individual y colectiva: "La crítica al prejuicio y los principios de igualdad y libertad están en el corazón mismo de la Ilustración; el ecofeminismo ilustrado actualiza este legado y amplía sus horizontes". Olvidar esta herencia nos debilita frente a la dominación y la explotación. "El modelo de desarrollo vigente, basado en una razón meramente instrumental, de corto alcance, acarrea la destrucción del ecosistema global". "Hoy, la justicia social implica también ecojusticia". "La educación ambiental predominante sigue sin facilitar una conciencia crítica de los roles de género y sin visibilizar a las mujeres como víctimas de la crisis ecológica y como protagonistas del cambio hacia una cultura de la sostenibilidad", y dejo de citar frases porque, como ocurre con el arte, en este caso todo el libro es de obligada lectura, disfrute y reflexión, y su completo abordaje aumenta la invitación al entendimiento de las bases del pensamiento y la praxis del ecofeminismo crítico desde cada uno de sus pilares.

Muchas obras impactantes. Empujando al patriarcado, de Cynthia Enloe (Feminismos, Cátedra), un ensayo sobre tácticas patriarcales para modernizarse y mantener su hegemonía y sobre las resistencias feministas para desenmascararlo, con estrategias de lucha: "Cualquier concepto feminista debería dejar transparente lo que son las operaciones más atractivas del patriarcado actualizado. Y el patriarcado hecho transparente es un patriarcado hecho vulnerable", dice. Y continúa: "Prestar atención feminista, hacer preguntas feministas, realizar investigaciones feministas, crear conceptos que revelen la condición de género, crear alianzas amplias... actuar con esmero: el patriarcado no tiene la menor oportunidad". 

Crear alianzas feministas amplias

Fue también el año de Ecoanimal de Marta Tafalla (Plaza y Valdés). Ensayo de lectura sobre la relación con la Naturaleza con conocimiento, ética y, sobre todo, una estética profunda y crítica que orienta a apreciar, pensar, sentir y actuar rompiendo la burbuja antropocéntrica. Es una invitación inagotable a la reflexión filosófica sobre los sentidos, y Marta Tafalla formula una estética plurisensorial de la naturaleza en la apreciación de entornos naturales, animales. La filosofía, dice, aporta sobre todo ética y política, pero necesitamos desarrollar una estética: Cuando hoy pretendemos apreciar la belleza natural tropezamos al instante con el calentamiento global, el exterminio de especies, la explotación de animales, la destrucción de ecosistemas y la contaminación, que configuran el problema más grave de la humanidad. Otro de los libros del 2019 que va más allá de su tiempo.

Y fue el año del descubrimiento de la narrativa de Olga Tokarczuk, con su maravillosa Sobre los huesos de los muertos, ficción con amplitud de naturaleza, entorno rural, multiplicidad y defensa animal, mujeres sabias e indómitas, denuncia sobre la destrucción global desde lo pequeño y lo local
Pero, ciertamente, esta autora y su creación merecen más tiempo y espacio, un intento más profundo de inmersión en los múltiples senderos de lectura que ofrece.

La preocupación social no quedó desatendida en la lectura. Es una dimensión siempre presente. Pero eso, también, queda para otra ocasión.

Antes leía, sobre todo, en el tren. Ahora, en este periodo de excepcionalidad en el que se redescubren los balcones y ventanas como espacios de tránsito de la naturaleza y la vida, incluida la cultura, me empiezo a asentar, leyendo en el balcón (#LeyendoEnElBalcón)